El Senado rechazó el DNU 70/2023 y su validez quedó en manos de Diputados

El oficialismo sumó su segunda derrota legislativa en tan sólo un mes, después del fracaso del debate del proyecto de la Ley ómnibus en Diputados. El Senado declaró inválido el DNU 70/23 por 42 votos en contra, 25 a favor y 4 abstenciones. Unión por la Patria, legisladores de partidos provinciales y los radicales Martín Lousteau y Pablo Blanco rechazaron el decreto de Javier Milei que modifica 200 leyes y deroga otras 80. El resto de la UCR se alió a La Libertad Avanza y PRO, que quedaron en minoría. Ahora, será el turno de la Cámara baja, que deberá definir si la norma continúa vigente o no.

El comunicado de la Oficina del Presidente con críticas a los legisladores opositores y a la titular del Senado, Victoria Villarruel; más los insistentes llamados del ministro del Interior, Guillermo Francos, a los gobernadores, no fueron suficientes para desactivar la sesión especial. Tampoco para torcer el voto de los senadores que estaban convencidos de rechazar el DNU.

En la Casa Rosada se dieron por vencidos cuando el jefe de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, pidió posponer por 20 días el debate y el oficialismo perdió esa votación. Sólo 30 senadores votaron a favor, 41 lo hicieron en contra. Fue un indicio de lo que se venía.

«Voy a votar en contra del DNU porque es inconstitucional», soltó el senador radical y presidente de la UCR, Martín Lousteau, durante su intervención en el recinto. Los peronistas disidentes Carlos Espínola y Edgardo Kueider también habían definido que votarían en contra, al igual que la neuquina Lucila Crexell; de Mónica Silva, de Juntos Somos Río Negro; y los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano, que responden al gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal. La radical Edith Terenzi, que no pertenece al bloque de la UCR, también rechazó el decreto.

Quiénes se abstuvieron

Los misioneros renovadores Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, la cordobesa Alejandra Viga y el radical Maximiliano Abad se abstuvieron.

Los 33 integrantes de Unión por la Patria, que venían pidiendo hace tiempo la sesión, celebraron pero con reparos. El DNU continúa vigente y en la Cámara baja las chances de que sea rechazado son bajas. Por ahora, los votos no están, pero todo dependerá de cómo responda el Gobierno ante el revés que sufrió en el Senado.

Ni Villarruel en el Senado, ni Martín Menem en Diputados lograron mostrar ningún resultado favorable con la estrategia llevada adelante en estos tres meses de gobierno de La Libertad Avanza. La alianza con PRO y un sector del radicalismo y las conversaciones -cruzadas por las peleas- con los mandatarios provinciales dejaron a la vista sus límites para construir mayorías dentro del Parlamento.

El oficialismo con sus aliados circunstanciales insistirán con dar el debate en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, donde se espera que expongan el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; y el ministro de Economía, Luis Caputo. El objetivo es ganar tiempo. Mientras el DNU no sea rechazado por las dos cámaras, sigue vigente, a excepción de los capítulos que fueron frenados por la Justicia, como el referido a la Reforma Laboral.

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