25 de Junio: ¿Por qué se celebra hoy el Día del Otorrinolaringólogo?

El 25 de junio se celebra el Día del Otorrinolaringólogo para conmemorar la creación de la Federación Argentina de Sociedades de Otorrinolaringología. En este día reivindicamos la importancia de seguir cuidando la salud auditiva sobre todo en este contexto, en el que muchas de las actividades que realizamos desde nuestro hogar dependen del buen funcionamiento de este sentido.

El otorrinolaringólogo es el médico especialista en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que afectan al oído, nariz y garganta, incluyendo la voz, las glándulas salivales y el cuello.

El especialista en Otorrinolaringología y Patología de Cabeza y Cuello se encarga de llevar a término, entre otras, las pruebas de audición y exploraciones endoscópicas necesarias.

Una vez establecido el diagnóstico el especialista recomienda el tratamiento médico correspondiente a la patología o, si el caso lo requiere, la intervención necesaria para su corrección.

Un paciente debe realizar un examen otorrinolaringológico de acuerdo a las necesidades y a su edad. Primeramente, en orden cronológico, todos los recién nacidos deben pasar por una evaluación auditiva la cual se realiza con estudios de otoemisiones acústicas. Hoy existe una ley que obliga a practicar este estudio a todos los recién nacidos. Es importante el diagnóstico precoz para que pueda haber una estimulación temprana de la audición y se cree el área auditiva a nivel cerebral.

Luego, es habitual que se realice una audiometría tonal para el ingreso escolar. Sin embargo, no se recomienda esperar hasta esa etapa si se visualiza un retraso en el desarrollo del lenguaje de los niños. Ante los primeros síntomas de pérdida de la audición o distracciones frecuentes, de debe realizar una consulta con un especialista.

Ya en la edad de la juventud y adultez, se recomienda hacer un chequeo con el otorrino cuando el paciente está muy expuesto a ruidos intensos: música a muy alto volumen por ejemplo, puede provocar un trauma acústico cuando la intensidad del sonido supera los 100 decibeles. Quien trabaja en un ambiente ruidoso debe recibir una evaluación auditiva al menos una vez al año. Por ejemplo quienes trabajan en una fábrica, en un ingenio, tienen sonidos por arriba de los 70 u 80 decibeles.

Luego de la cuarta y quinta década, comienza a haber una disminución de la audición la cual va a depender también de las características hereditarias. En la medida que va pasando el tiempo, la persona va sufriendo una merma en su rendimiento,  que a veces el paciente no lo refiere como una disminución de su audición sino como zumbidos.

Por último, existen otros casos donde hay que acudir a un otorrinolaringólogo: ante la aparición de una patología inflamatoria como la otitis externa, tan común en época de verano debido a la pileta; es importante entonces hacer la consulta. Al igual que para una limpieza del oído, aquellas personas que producen más cera debido a su tipo de piel, es fundamental acudir al médico una vez cada seis meses o una vez por año.

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