Por INTA: Inició la siembra de cereales de invierno en 25 de Mayo

Cultivo de cebada en Pueblitos - 25 de Mayo, campaña 2022

Se dio comienzo a una nueva campaña de cereales de invierno, aún con algo de incertidumbre para sembrar, ya que algunos productores iniciaron esta labor, pero otros todavía esperan la acumulación de mayores volúmenes de agua en el perfil del suelo.

La caracterización de la disponibilidad hídrica en el lote es crucial para ajustar el manejo del cultivo. Ésta es una práctica que se sugiere realizar siempre, tomando mayor relevancia en momentos como el actual, donde en algunos lotes está en duda si el agua del suelo es suficiente. Es importante profesionalizar el manejo del cultivo, esto no significa que necesariamente deba utilizar más herramientas tecnológicas, sino ser lo más preciso posible en cada práctica de manejo. Por ejemplo, en esta campaña en particular, ajustando la densidad de siembra y la dosis de fertilizantes en base a un análisis hídrico del lote, sumado al pronóstico del tiempo durante el ciclo del cultivo. De acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en promedio, hay probabilidades de desarrollo de una fase Niño.

En cuanto a las generalidades de manejo, las labores para una correcta implantación empiezan con el cultivo antecesor. En ese sentido, es recomendable realizar una buena distribución de los rastrojos, ya que donde éstos se acumulan excesivamente se dificulta la emergencia.

Cuando se elige la variedad a sembrar, normalmente se considera el potencial de rendimiento, la calidad de grano y el precio. Además de estos factores, se sugiere i) Seleccionar variedades tolerantes a enfermedades para reducir la probabilidad de efectuar tratamientos sanitarios, y ii) Elegir materiales de hojas grandes y crecimiento semirastrero ya que compiten mejor con las malezas, que las variedades de hojas pequeñas y crecimiento erecto. En ambos casos, podría reducirse el costo de producción al realizar menos aplicaciones y se protege el ambiente dado que la variedad reemplazaría en parte el efecto del fungicida y herbicida, respectivamente. Otra característica a considerar, es el empleo de un material macollador, dado que es útil para usar baja densidad de siembra. También se puede mezclar materiales, uno de alto potencial de rendimiento con otro de alta calidad de grano, y obtener cosechas con ambas características sobresalientes.

En nuestra zona el promedio de rendimiento es 4000 kg/ha. Sin embargo, y si la humedad del suelo lo permite, podría ser mayor si a la tradicional fertilización de nitrógeno y fósforo, se le agrega azufre, boro y zinc, dado que se potencian mutuamente. En la medida que la capacidad de trabajo de los equipos disponibles para fertilizar sea suficiente, se puede reducir al mínimo necesario la aplicación del fertilizante nitrogenado a la siembra y diferir la mayor proporción a etapas más avanzadas (macollaje). Esta estrategia permitirá tomar la decisión únicamente en cultivos bien implantados. Luego, considerar que con aporte de nitrógeno vía foliar se puede incrementar la calidad del grano.

Las bacterias promotoras de crecimiento son una opción de manejo que aumenta la producción. Éstas permiten una mayor exploración radicular del suelo logrando absorber más nutrientes y agua.

Hídricamente, estamos frente a condiciones particulares, donde toma mayor importancia el ajuste en el manejo. La planificación adecuada logrará cultivos de trigo y cebada que se adapten mejor a las condiciones del tiempo.

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