29 de Mayo: se conmemora el Día del Ejército Argentino

El 29 de mayo de 1810, la Primera Junta de Gobierno dio nacimiento formal al Ejército Argentino al reconocer el trabajo de las tropas militares durante el proceso revolucionario, elevó a Regimientos a los batallones existentes y reorganizó las unidades dispuestas en todo el territorio.

En dicha proclama, la Primera Junta exaltó la actuación que las tropas militares habían tenido en esa semana de mayo tan trascendental para la historia argentina. Fueron pasos fundamentales para la futura independencia y la formación del Ejército.

28 de mayo de 1810, se había gestado el Departamento de Gobierno y Guerra, cuyo secretario fue Mariano Moreno. De inmediato, se expidió un Bando de la Junta que ordenó la entrega de armas de cualquier tipo en poder de los particulares, con el propósito de asegurar el armamento de una fuerza orgánica.

Con estas medidas, que institucionalizaron las fuerzas existentes, se dieron los primeros pasos hacia la formación del Ejército Patriota que luego comenzaría el camino hacia la Independencia, declarada seis años después.

En la actualidad, la rama terrestre de las Fuerzas Armadas se ocupa de contribuir a la defensa nacional para proteger nuestra independencia y soberanía. Además, quienes lo integran están a cargo de la protección de los recursos naturales, el medio ambiente y la integridad territorial, así como de contribuir con el desarrollo científico, tecnológico, económico y social, cooperar para el logro del bienestar general de las comunidades, participar en misiones de paz y asistencia humanitaria, y prestar apoyo en la lucha contra el narcoterrorismo. En el contexto de emergencia por el COVID-19, el Ejército participa de la activación de 14 comandos conjuntos de zonas de emergencia y 10 Fuerzas de Tarea en todo el país, desarrollando acciones de protección civil en ayuda humanitaria.

En este día, y bajo estas circunstancias, recordamos las palabras del Gral. Manuel Belgrano, que siempre servirán de guía a nuestro ejército: “Trabajé siempre para mi patria poniendo voluntad, no incertidumbre; método, no desorden; disciplina, no caos; constancia, no improvisación; firmeza, no blandura; magnanimidad, no condescendencia”.

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