Por INTA 25 de Mayo: Sugerencias ganaderas frente al déficit hídrico

Rodeo de cría en campo Rufino Mir del INTA 25 de Mayo

No es novedad que estamos transitando una fase Niña, donde es imprescindible plantear acciones para amortiguar sus efectos.

Varios factores se consideran en la toma de decisiones, como la escala productiva, el estado corporal de los animales, la ubicación de los lotes, las reservas forrajeras, entre otros. Por ello, la primera recomendación es consultar a un profesional que ayude a diseñar una estrategia específica para cada caso.

Luego, existen prácticas generales para considerar. La primera, es estimar la disponibilidad de forraje para ajustar la carga animal. Tener una planificación forrajera es lo deseable siempre, pero se vuelve especialmente importante en situaciones críticas como la actual. Proceder a la venta de categorías improductivas es un manejo habitual, pero en estas circunstancias la eficiencia del ajuste de los rodeos se vuelve crucial. Mantener animales improductivos que pierden peso, se debilitan y aumentan riesgos de enfermedades, incrementa los costos. Es preferible reducir planteles a tiempo, que luego serán recuperados, y no descapitalizarse por un mal manejo.

El parcelamiento del lote con alambrado eléctrico siempre es una práctica recomendada, principalmente en el contexto actual, donde las clausuras temporarias permiten aprovechar al máximo las lluvias para el rebrote. Si se planifica la siembra de verdeos de verano, la moha es una alternativa tolerante a la sequía. Si se busca producir para silaje, el sorgo tiene un comportamiento más estable.

Aquellas vacas y vaquillonas con ternero al pie y en servicio deben tener acceso al mejor alimento disponible para reducir las pérdidas en el índice de preñez. De correr riesgo el buen estado de las madres, se debe considerar como prioridad absoluta el destete. Existen tecnologías que permiten destetar al ternero a partir de los 30 días de edad. Para aquellos productores que transiten esta práctica por primera vez, es recomendable que sean asesorados por un profesional, ya que el ternero destetado tempranamente requiere una dieta específica y de cambios graduales. En todos los casos es importante asegurar el buen estado de salud de los animales, por lo que se debe mantener e incluso reforzar el plan sanitario.

Si bien no es deseable que los animales tomen agua de los bajos, en un año normal éstos pueden ayudarnos ante una eventual rotura del molino. Pero en las condiciones actuales donde hay bajos prácticamente vacíos, es recomendable prestar mucha atención al funcionamiento de las estructuras de bebida.

Meteorológicamente, estamos frente a meses particulares, donde toma mayor importancia el ajuste en el manejo. La planificación adecuada logrará sistemas ganaderos que se adapten mejor a las condiciones del tiempo.

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