Tolvas y Fertilizadoras: dos maquinarias agrícolas de las más compradas

Trabajar el suelo de los campos, para que la industria agrícola pueda seguir expandiéndose, es motivo de análisis debido a que con el paso del tiempo ha ido cambiando la manera en la que se realizan las tareas. Esto se debe a los avances tecnológicos, que también involucran a las maquinarias que se utilizan.

Las fertilizadoras son una de las herramientas imprescindibles al momento de realizar estas tareas. Y más allá de que, como su nombre lo indica, se utiliza para fertilizar el suelo, la realidad es que también permite sembrar granos finos como raigrás, avena, trigo y demás.

A su vez, un componente fundamental son las tolvas, un dispositivo con formato de embudo que se utiliza para depositar y canalizar los granos, montándose sobre el chasis para poder transportar los mismos.

Fertilizadoras centrífugas

Las fertilizadoras se dividen en tres categorías, o al menos esas tres opciones son las más reconocidas y utilizadas dentro de este rubro. Estamos hablando de las monodisco, las de doble disco y las de péndulo.

Cabe destacar que los discos o el péndulo, se ubican debajo de la tolva. Esto se debe a que en el fondo de la tolva hay un regulador que es por donde pasa la materia aplicada.

Las fertilizadoras centrífugas cuentan con la ventaja de ser fáciles de manejar, siendo livianas, de fácil transporte y con un mantenimiento sencillo y económico.

Estas fertilizadoras, serán fundamentales para poder trabajar el suelo con una mayor calidad respecto al suelo, asegurando una alta calidad y rendimiento en la siembra, garantizando buenos resultados sobre el terreno más allá de sus condiciones topográficas.

Composición

Hay que tener en cuenta que las fertilizadoras están compuestas por su correspondiente chasis, la caja de engranajes, los discos o el péndulo, la tolva u el comando de acción que permite abrir y cerrar el acceso a la tolva para regular el paso de las semillas a distribuir.

Prevención de accidentes

Previo a comenzar a trabajar con una fertilizadora, para evitar lesiones que pueden llegar a ser considerables o de gravedad, se deberán tomar ciertos recaudos.

Antes de colocar las semillas o el fertilizante para realizar el trabajo, se deberá comprobar que no haya objetos dentro de la cápsula en cuestión.

También se deberá utilizar ropa adecuada, ajustada al cuerpo y que no tenga telas sobresalientes para evitar que se enganchen y arrastren a uno hacia las maquinarias.
El calzado es otra cuestión a considerar, para evitar resbalarse desde la maquinaria al momento de tener que realizar algún tipo de ajuste.

Por otra parte, no se deberá tocar el disco o péndulo con ningún objeto mientras este se encuentre en funcionamiento, y siempre se tendrá que mantener una distancia considerable. En caso de ser necesario realizar algún retoque en dichos elementos, previamente deberá apagarse la maquinaria.

Tolvas

La tolva es uno de los elementos fundamentales para el correcto desempeño de las fertilizadoras. Como se describe anteriormente, son de forma cónica.

Generalmente se encuentran suspendidas sobre una base y allí se colocan los productos. Cuentan con dos compuertas: inferior y superior.

Su ingreso inferior permitirá la salida del contenido de manera dosificada. Allí se suelen instalar accesorios que permiten moler, disolver y clasificar los materiales en cuestión.

Hay tolvas pequeñas, medianas y grandes. Podemos hablar de algunas que cuentan con capacidad para 600 litros, otras de 3.500 o 7.000 litros, y llegar a las de mayores capacidades que rondan los 27.000 litros de almacenamiento.

Inversión

Obviamente que poder adquirir este tipo de maquinarias no es para cualquiera, porque desde el comienzo deberemos considerar que se tratan de precios a valor dólar.

Eso sí, son más accesibles que muchas otras herramientas agrícolas, por lo que si bien requiere de una cierta inversión, lo cierto es que comprar algo de último modelo para trabajar la tierra será más viable que al analizar otro tipos de maquinarias de este rubro.