Trabajadores y profesionales de la salud (Cicop) marchan a la Gobernación

COMUNICADO OFICIAL CICOP: Comenzaremos el último mes del año con una nueva medida de fuerza -resuelta por las asambleas y el congreso provincial- reclamando un justo reconocimiento al equipo de salud. El próximo viernes 3 de diciembre llevaremos adelante un nuevo paro de 24 horas y, una vez más, estaremos en la calle para visibilizar la situación de nuestro sector y los reclamos que venimos realizando hace tiempo.

La cita será a las 10:30 hs en Plaza Moreno para movilizar a la Gobernación.

El equipo de salud ha demostrado, desde que comenzó la pandemia, estar a la altura de situación garantizando, con denodado esfuerzo,  la atención de la población en los momentos más difíciles de la pandemia y sosteniendo cada una de las medidas sanitarias que fueron necesarias para evitar el colapso del sistema de salud.

Ahora, exigimos al Estado que esté a la altura, escuchando y resolviendo los problemas de lxs trabajadorxs de la salud.

En primer lugar, urge la necesidad de reabrir la negociación salarial en un contexto en donde la inflación no se detiene y licúa nuestros magros sueldos. El gobierno asumió el compromiso de recomponer los salarios y de reabrir paritarias en diciembre para discutir el cierre del 2021.

Con una economía que terminará el año con un crecimiento de alrededor de diez puntos, resulta indispensable que ese crecimiento se refleje en una recuperación del poder adquisitivo de los trabajadorxs, solo así será un crecimiento con inclusión. De lo contrario, nuevamente, los acreedores externos, sus socios locales y un reducido grupo de monopolios formadores de precios serán los únicos beneficiados del enorme sacrificio del pueblo argentino.

El acuerdo con el FMI y los anuncios  de modificaciones en las indemnizaciones y la flexibilización de convenios laborales, colocan un horizonte de preocupación para trabajadorxs y sectores populares. Los debates que se avecinan respecto de los presupuestos nacional y provincial para el 2022 no deben estar condicionados desde esos sectores y deberemos reclamar un aumento sustancial de las partidas para salud y asistencia social.

Además, el Estado debe resolver problemas estructurales que venimos planteando desde hace mucho tiempo. El reconocimiento de todos nuestros aportes previsionales y una adecuada aplicación de los decretos de desgaste laboral que son conquistas de años de lucha de todo el equipo de salud. Otro de los puntos radica en el pase de ley de todos los profesionales que figuran en la Ley 10.430 a la Ley 10.471 para que sean reconocidos como profesionales.

La culminación de un nuevo Reglamento de Residentes con ampliación de derechos y mejores condiciones laborales también debe ser parte del reconocimiento, en este caso hacia el sector que mayor sobrecarga tuvo y sigue teniendo para sostener el funcionamiento del sistema público.

La pandemia no terminó, por el contrario, ha ingresado en una nueva etapa generando gran incertidumbre respecto al futuro de los próximos meses en todo el mundo. El desarrollo de nuevas variantes como la Ómicron, en gran medida, es el resultado de la enorme desigualdad en la distribución mundial de las vacunas y la codicia desenfrenada de los laboratorios y las grandes potencias mundiales.

Esto obliga a una enorme reflexión sobre la liberación de las patentes y la necesidad de una estrategia mundial que contemple a todos los países del mundo.

No hay tiempo que perder y tenemos que prepararnos frente a la posibilidad de una nueva escalada de la pandemia en nuestro país. Es necesario evaluar nuevas medidas que ayuden a mejorar, aún más, los porcentajes de inmunización. Pero también es fundamental aprovechar estos meses para fortalecer al máximo al equipo de salud que quedó golpeado y agotado, y que eventualmente deberá enfrentar, otra vez, tiempos de tensión con mayor cantidad de casos e internaciones.

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