Entrevista a Juan José Sánchez Asorey de 25 Solar: Generación Distribuida. Cuándo? Por qué?

En conocimiento estar transitando la cuarta revolución tecnológica y, en consideración de la necesidad de un uso eficiente de la energía, concatenado con el compromiso que Argentina asumió  en materia ambiental y energética, con primeras metas hacía el año 2030, entre los que se encuentra el incremento de la generación de energías renovables,  Juan José nos recuerda, que el concepto de Distribución Eléctrica comenzó con la guerra tecnológica (Guerra de las Corrientes), que mantuvieron Thomas Alva Edison y Nikola Tesla. Edison sostenía como mejor la distribución en Corriente Continua mientras Tesla sostenía que la distribución en Corriente Alterna era más eficaz y barata.

Esta guerra de naturaleza tecnológica, muy pronto se convirtió en una batalla en el ámbito comercial. Así fue que en el año 1882 Edison estableció la primera empresa eléctrica propiedad de inversores, pero hacía finales de 1890 ya quedaba demostrado en la feria Mundial de Chicago que era la corriente alterna la que permitía el transporte de elevadas potencias a lo largo de grandes extensiones de territorio y con bajas pérdidas de energía.

Fue así que inicialmente las redes de transporte y distribución eléctrica se alimentaban de grandes centrales generadoras. Estas producían energía eléctrica a partir de otras fuentes energéticas como el carbón o la hidráulica. Más tarde aparecieron las grandes centrales de gas y las nucleares. Destacar que estas centrales de generación muy estables se regulaban en función de la demanda de cada momento.

En los años 80 se inició el boom de la energía eólica

Parque Eólico Antonio Morán – Cerro Arenales – Comodoro Rivadavia – Chubut

Los parques eólicos en su mayoría fueron promovidos por las grandes empresas del sector eléctrico y empresas de inversión que buscaban un buen rendimiento, con ayuda de gobiernos que impulsaron políticas tendientes al uso de recursos renovables y protección del medio ambiente.

Los parques eólicos generaban energía cuando había viento y dejaban de hacerlo cuando cesaban los mismos. Por tanto, estas nuevas centrales de generación no se podían regular en función de la demanda existente, se les dio prioridad de acceso a la red, pero en determinados momentos en los que no existía una demanda suficiente tenían que desconectarse de la red y dejar de producir.

Año 2000 se inició el impulso de la tecnología fotovoltaica

Parque Solar Fotovoltaico Ullum – San Juan

Alemania fue el primer país en desarrollar una ley para el impulso de la energía fototovoltaica en el país europeo. Pocos años después el Parlamento español aprobó una ley similar. La energía producida mediante paneles fotovoltaicos se incentivaba con una prima que se garantizaba durante un período de 25 años. Esta prima se estableció debido a los elevados costes de la tecnología que no era competitiva en el mercado y solo era viable mediante algún tipo de incentivo. A partir de aquí una mala regulación del mercado se prestó a una rápida especulación. Distintos fondos de inversión nacionales e internacionales con grandes proyectos vieron la posibilidad de obtener altas rentabilidades con el agregado de ser garantizadas por los estados.

La mala suerte hizo coincidir esa situación con la crisis económica de 2008.

Los gobiernos se dieron cuenta de que el sistema de retribución mediante una prima a la energía fotovoltaica era insostenible para las finanzas públicas, y legisló de nuevo para recortar el sistema de primas también con efectos retroactivos. Esto provocó que muchos proyectos que se habían financiado con deuda se convirtieran rápidamente en inviables. Muchos inversores pequeños y grandes quedaron atrapados y fue así que durante una década el sector fotovoltaico desapareció.

A finales de 2021 una serie de factores provocaron la tormenta perfecta con connotación mundial.

La “tormenta perfecta” a la que hago referencia metafóricamente, comienza en Europa con un invierno frío que provocó un aumento en la demanda de gas y, en consecuencia, provocó un incremento anormal del precio. También el precio de las emisiones de CO2 sufrió un fuerte aumento. Por último, una serie de problemas geopolíticos entre los principales proveedores de gas en Europa, en la zona sur entre Argelia y Marruecos, y en el este entre Rusia y Ucrania con el agregado de la guerra, más tarde, hicieron el resto.

Todos estos factores combinados provocaron un aumento inesperado y alarmantemente alto del precio del gas. El precio de la electricidad, fuertemente influenciado por el precio del gas, experimentó también un fuerte aumento.

En Argentina, particularizando el país, el retraso en las tarifas de energía y la demora en la explotación de recursos naturales propios, progresivamente están provocando un fuerte aumento del precio de la energía eléctrica.

Mientras todo esto ocurría, la industria fotovoltaica, la que durante casi una década había pasado al olvido, por todo lo contrario, había madurado tecnológicamente. Esto se vio reflejado en una reducción de hasta una décima parte del coste de la década anterior, consiguiendo mejorar la eficiencia de los módulos fotovoltaicos.

Finalmente, la combinación de precios extremadamente altos en el mercado eléctrico frente a unos precios muy competitivos de la tecnología fotovoltaica hizo que a partir del año 2020 el sector fotovoltaico volviera experimentar un boom. Ahora es diferente a la vez anterior, porque compite en el mercado sin incentivos y, directamente contra las tecnologías de generación tradicionales.

Esta situación junto con la nueva legislación sobre Generación Distribuida de Energía Renovable integrada a la Red Eléctrica Pública, aprobada y sancionada por el Congreso de la Nación bajo la Ley Nº 27.424, el 30 de noviembre de 2017, produjo un giro de 360º en el sector energético eléctrico argentino. A partir de aquí cualquier hogar o edificio conectado a la red de distribución puede convertirse en un generador competitivo que opera en el mercado.

Destacar y comparativamente con otras naciones, en Argentina, el crecimiento en el sector también es exponencial y, a un ritmo menor, pero de constante crecimiento.

En general, muchas familias e industrias han visto en el autoconsumo fotovoltaico una eficaz forma de ahorro y también una protección frente a las grandes oscilaciones que experimenta el mercado eléctrico.

Es por demás sabido que los economistas y estudiosos del mercado ven que sí una tecnología se vuelve competitiva y entra en el mercado, busca su espacio compitiendo con el resto y, en muchas ocasiones, desplaza o reemplaza a otras tecnologías más antiguas.

Actualmente los arquitectos junto a la industria fotovoltaica, sacan productos para integrar cada vez mejor este tipo de instalación en viviendas, edificios e industrias.

El lugar en el mapa: https://www.google.com/maps/place/25Solar

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