Día del Docente Universitario: por qué se celebra el 15 de Mayo

Hoy se celebra el Día del Docente Universitario en todo el país. La fecha no sólo recuerda el trabajo de los profesionales dentro de las aulas sino también su lucha por legítimas reivindicaciones.

¿Por qué se celebra cada 15 de mayo en todo el país? La fecha recuerda el Correntinazo, una protesta que incluyó manifestaciones y huelgas contra el gobierno militar de facto, que a finales de los 60 era liderado por Juan Carlos Onganía.

El 15 de mayo de 1969, la Federación Universitaria del Nordeste (FUNE) convocó a una marcha al rectorado, en contra del entonces rector Carlos Walker.

La protesta fue violentamente reprimida. En las inmediaciones de la Plaza Sargento Cabral, un automóvil de la policía abrió fuego directamente contra los estudiantes. Eso provocó la muerte de Juan José Cabral y hubo varios heridos.

Finalmente, la lucha estudiantial logró que no se privatizara el comedor de la universidad; anteriormente, se había anunciado aun aumento del 500% en los precios del comedor. Dos años después, en 1971, se consiguió derogar el ingreso eliminatorio en la Facultad de Medicina.

La gesta, denominada con el tiempo el Correntinazo, marcó un punto de inflexión en la historia argentina; significó, en buena medida, el principio del fin para la dictadura de Juan Carlos Onganía.

Algo de historia

En la historia de Argentina, los primeros docentes universitarios fueron sacerdotes jesuitas. Luego fue el turno de los franciscanos, nombrados por un virrey y fieles a la corona de España.

El sistema pedagógico no tiene muchos puntos en común con los que se conocen actualmente. Recibía el nombre de “Ratio Studiorum”.

¿En qué consistía? Los docentes leían en voz alta y lo alumnos repetían sin discutir y sin razonar. Así fue la incipiente carrera de docente universitario allá por el año 1623 en la primera universidad Argentina: la Universidad Nacional de Córdoba.

En 1918, la Reforma Universitaria cambiaría todo. Por ejemplo, se establecieron los cargos por concursos, la libertad de cátedra y la posibilidad a cualquier persona con vocación docente y capacidad académica que pueda ejercer la docencia universitaria.

En su mismo Manifiesto Liminar, se habla de las nuevas formas de ejercer la docencia. “La autoridad de un hogar de estudiantes no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando. En adelante sólo podrán ser maestros en la futura república universitaria los verdaderos constructores de alma, los creadores de verdad, de belleza y de bien”, rezaba el documento.

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