Por Hugo Melián: «Cambiar la supervivencia por la libertad»

La intriga de los empleados municipales parece estar llegando al principio de su fin. Destrabado por la justicia el contubernio, la connivencia o confabulación entre el ejecutivo municipal y el sindicato, donde los municipales fueron estafados y avasallados en todos sus derechos laborales, no solo económicos, un camino se abre hacia una nueva instancia en la administración municipal. No es nada simple lo que digo (escribo), por el contrario, es complejo.

El empleado municipal ha logrado la independencia del uso de su sueldo, puede elegir, puede optar por su gremio y obra social y eso no es poca cosa: está libre de un sindicato que, en su total ilegalidad cohesionaba, cooptaba sus desvalidos sueldos en beneficio de una persona sin representatividad gremial alguna. Debe constituirse como organización de base y adherir a la federación que desee. Así de simple, pero simplificar por demás conduce a una lectura de los acontecimientos superficial.

Quienes asuman como nuevas autoridades del gremio  legalmente constituidas deberán demostrar un gran sentido de solidaridad con sus compañeros, esforzarse por alcanzar mejoras laborales, sanitarias y sociales,  organizar las paritarias, asumir la responsabilidad de sentarse a la mesa del diálogo con las autoridades municipales. En resumen, hacerse cargo de la libertad alcanzada, y esto es complejo, nada tiene de simple.

La lucha por estas  metas, deben redundar en la eficiencia del servicio al ciudadano, al contribuyente. Una instancia colaborativa entre empleados y empleador, tal los nuevos planteos del mundo laboral, recaen indefectiblemente en   una mejor atención del cliente y una mayor expansión de la empresa. Es imprescindible un amplio diálogo entre las fuerzas del trabajo y la dirigencial, los funcionarios. Es necesario un estado moderno humanizado, que tenga contacto real con el ciudadano, que resuelva problemas y proyecte futuro. Es necesario un municipio de puertas abiertas que se abrace a la complejidad para gestionar bien.

Este es el desafío. Pero para emprender este reto se necesitan políticas claras, contundentes, con acciones directas, nada que confunda al ciudadano. Sin las complicidades despreciables y viles  del ejecutivo, cuando somete por la fuerza el armado sindical o del legislativo que envía  una concejal a defender a quien se acusa de una de las mayores estafas de nuestra comunidad o cuando la tibia oposición se reúne con este, intentando dar validez a un representación gremial ilícita.

La libertad es la facultad y derecho de las personas de elegir en forma responsable su forma de actuar dentro de una sociedad. Coincidencia Democrática, a través de su bloque Gen-Evolución-Pro así lo está haciendo.

Hugo Melián – Referente de Evolución Radical 25 de Mayo

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