¿Conviene migrar desde un negocio físico a una tienda virtual?

No podemos negar que el hito histórico que marcó la pandemia mundial del virus COVID-19 marcó un antes y un después en nuestra perspectiva del mundo. Al mismo tiempo, todas las áreas humanas debieron sufrir reformulaciones, y muchas se instalaron en el imaginario.

En el área comercial, las formas de venta y comunicaciones debieron buscar nuevos medios. En esa sintonía, la proliferación de venta take away, delivery y tiendas en línea fue un hecho. Cuando dejó de ser una necesidad, muchos negocios conservaron el formato y otras retornaron a la experiencia presencial.

Con estos precedentes, es común preguntarse si, en una situación “normal”, conviene migrar desde un negocio físico a una tienda virtual. A continuación lo analizamos.

Procesos

Para tomar una decisión, es importante tener en cuenta qué implican los procesos de migración desde un negocio físico a una tienda virtual. Con esa información, es más fácil dilucidar si el movimiento está en consonancia con el perfil de la marca.

Si para abrir una tienda física necesitamos un espacio que cumpla determinadas condiciones, para un negocio virtual debemos pensar en el posicionamiento web. Una opción es llevar a cabo un proceso paulatino buscando una Agencia SEO en Buenos Aires que ayude en la transformación digital.

Adaptabilidad

En este punto, es fundamental preguntarnos si un negocio puede adaptarse a la migración al plano digital para sus actividades comerciales. Al mismo tiempo, es importante observar que hacer el cambio puede significar adaptarse a los nuevos tiempos y evitar que un acontecimiento inesperado afecte al negocio.

Fortalezas y dinámicas de marca

Otra variable a tener en cuenta son las fortalezas y dinámicas de la marca. Si, por ejemplo, un sello característico es la atención personalizada, es necesario evaluar si es sostenible esa metodología en línea.

Lo mismo puede pensarse en los casos en que un comercio forma parte de un circuito económico local. Respecto a las dinámicas, un asunto importante es tener en cuenta la disposición para llegar a un ritmo de trabajo más ágil de la venta online.

Inversión

En este punto, no hay una gran diferencia, ya que cada alternativa implica una inversión y ahorro en algunos aspectos. Sin embargo, clasificarlos es útil para tomar una decisión.

Una tienda física implica gastos edilicios para atención al público, mobiliario, acondicionamiento, etc. Un comercio en línea, por su parte, impone hacer ciertos gastos en promoción, diseño web y dominio, entre otras cosas.

Alcance

Dependiendo del perfil de la marca y dinámicas, como mencionamos antes, será mayor el alcance con uno u otro formato. A fin de cuentas, se trata de lograr más ventas, por lo que el producto o servicio que ofrece un negocio y su viabilidad para venta física u online es decisivo.

Conclusión

La conveniencia de migrar de un negocio físico a una tienda virtual, entonces, depende del perfil del negocio y dinámicas de funcionamiento. De todas maneras, es un hecho que el formato online cada vez es más frecuente por su capacidad de mantenerse a la vanguardia en cualquier circunstancia.

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