Piden que los centros de salud animal continúen con su normal funcionamiento

La Red de Políticas Públicas envió un comunicado mostrando su preocupación.

En el actual contexto de pandemia por Covid-19, y con el elevamiento de casos en nuestro país, se han llevado adelante distintas modificaciones en las fases de aislamiento, sumadas a las restricciones anunciadas ayer por el presidente Alberto Fernández. Con el triste recuerdo de las alteraciones y suspensiones que se produjeron durante el 2020 en el servicio público de castraciones y vacunaciones, es que queremos dejar en claro lo esencial del mismo para salvaguardar la salud pública de toda la población, al tiempo que se evitan el nacimiento, sufrimiento y muerte de millones de animales. El Estado tiene la responsabilidad de ejecutar políticas tendientes a equilibrar la población de perros y gatos, a través del Ministerio de Salud y de los Municipios y Comunas de cada provincia.

La Salud Pública es un derecho de rango constitucional en nuestro país, garantizada por el Estado. Ninguna entidad privada ni interés particular puede intervenir ni influenciar negativamente en su normal funcionamiento, sobre todo si ello sólo persigue intereses sectoriales, alejados de las necesidades de la población y de los animales. Zoonosis Urbanas, organismo dependiente del Ministerio de Salud, a través de distintos comunicados, sugirió el año pasado evitar aglomeraciones en el servicio público. Pero evitar las aglomeraciones no significa suspender o reducir el número de cirugías, aunque no obstante, ello trajo aparejada tal confusión que muchos Municipios suspendieron el servicio. Por lo demás, tales organismos no pueden sino sugerir, no tienen la capacidad de emitir ordenes vinculantes.

Ya sabemos cuál es la consecuencia de desatender e ignorar las enfermedades de origen zoonótico, ya que, al igual que el coronavirus, la rabia, es una enfermedad de esta naturaleza, con la notable diferencia de que la rabia no tiene cura. A sabiendas de lo anterior, y tomando en consideración que, a mayor población de perros y gatos, menor capacidad de vacunación, ¿permitiremos que sectores alejados del interés de las comunidades humanas y de los animales, afecten el funcionamiento de los centros de de salud animal / zoonosis? La respuesta se impone por sí misma.

Está absolutamente probado que, con las medidas adecuadas, el distanciamiento social puede mantenerse en dichos espacios, al margen de que, cuando llevamos a nuestros animales al servicio público, mantenemos una natural y prudente distancia con los demás para evitar peleas, nerviosismo, ladridos, etc. Por eso, y con el amargo recuerdo del año pasado, llamamos a no sólo continuar con el funcionamiento sin alteraciones de los Centros de Zoonosis que castran y vacunan en cantidad adecuada, sino que, además, pedimos se aplique el Programa de Equilibrio Poblacional en las comunidades que aún no castran al 20% de la población canina/felina o directamente no prestan el servicio. Porque todo ello redundará en una mejorar calidad de vida para los animales y las personas, en un mejor vínculo entre ellos, pero, sobre todo, porque evitará mayores dolores de cabeza a un sistema sanitario que atraviesa una situación extremadamente delicada.

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