Tips para aprovechar al máximo la siembra

Para tener un buen rendimiento en la siembra, son muchos los factores que intervienen en el proceso, y por ende, son muchas las variables a tener en cuenta. Desde la elección de las semillas hasta la elección de la maquinaria, todo influye para tener una cosecha óptima.

A la hora de planificar la campaña antes de la siembra, se deben tener en cuenta varios factores. Gracias al avance de la tecnología existen métodos y herramientas más específicas para llevar a cabo los procesos de siembra y cosecha con mayor eficacia, dejando de lado los infortunios que pudieran presentarse y teniendo mayor control sobre los procesos.

El método más práctico, rápido, eficiente y económico para la siembra es la siembra directa, que se caracteriza por realizar surcos en la tierra para plantar inmediatamente las semillas, fijarlas, cubrirlas y protegerlas con una cobertura vegetal. Para esto se utilizan máquinas sembradoras especializadas, que cuentan con elementos de apertura y tapado, depositando las semillas directamente en un suelo no labrado. Puede consultar más en el sitio web de Agroads.

Un elemento fundamental a tener en cuenta es la elección de la maquinaria agrícola que se va a utilizar. Existen opciones muy diversas y específicas, por ejemplo si el método a utilizar es la siembra directa, la sembradora tiene que ser específica para ese sistema. De todas maneras, una buena alternativa para elegir lo mejor en maquinaria agrícola es ingresar a agroads.com.ar, donde se podrán encontrar gran variedad de maquinarias, nuevas y/o usadas, para realizar distintos procedimientos.

Formas de aumentar la productividad

Para aumentar la productividad del campo es necesario tener determinados factores en cuenta, tales como la preparación del suelo, el momento de la siembra, la calidad de las semillas, la rotación estacional del suelo y el uso de fertilizantes adecuados. A continuación, una breve descripción de cada uno de ellos.

Qué es preparar el suelo

Preparar el suelo comprende una serie de procesos como: realizar un estudio del sustrato para evaluar los nutrientes que tiene y cuáles faltan (de acuerdo a eso, podrá evaluarse qué cultivo es conveniente realizar); limpiar el terreno desmalezando y arando de ser necesario; realizar una exploración a pie, lo que permite tener un análisis más minucioso del estado del suelo. Todo esto, servirá como paso previo al momento de la siembra.

De la siembra a la cosecha

Lo más importante a la hora de sembrar son las semillas y la elección del momento adecuado. Existe un clima ideal para cada tipo de cultivo, y también existen diferentes calidades de semillas; los laboratorios encargados de fabricarlas, a través de investigación y desarrollo generaron semillas más fuertes, adaptables a distintos suelos y con rendimiento más alto. Cada fabricante tiene sus catálogos y especificaciones, y es un mercado muy amplio en el que puede elegirse la que mejor se adapte a las necesidades de cada productor.

El mundo de los fertilizantes es muy amplio y específico, ya que si bien existe una gran variedad, no todos son compatibles con cualquier semilla, por ende la elección del fertilizante necesariamente tiene que estar relacionada con la elección de las semillas. Para tener una buena cosecha es fundamental elegir un fertilizante que interactúe de manera óptima con las semillas elegidas.  Además de todo esto, los fertilizantes aportan al suelo los nutrientes necesarios para que las plantas crezcan más fuertes y soporten más adversidades.

Otro factor importante que debe tenerse en cuenta para la siembra es tener un drenaje adecuado, ya que esto ayuda a optimizar el uso de los recursos del agua para el riego. Con un buen drenaje se asegura que toda la plantación se abastezca del agua necesaria, evitando el exceso y la inundación en sectores, lo que provocaría el anegamiento y la salinización del suelo, generando pérdidas y disminuyendo la producción.

Por último, es sumamente importante considerar la rotación estacional del suelo, que consiste en alternar plantas de diferentes familias y con necesidades nutritivas diferentes en un mismo lugar durante distintos ciclos. Dependiendo de la zona los productos que se cultivan son diferentes, de todas maneras, la rotación de cultivos mejora y enriquece la tierra, evitando que el suelo se agote y que las enfermedades que afectan a un tipo de plantas se perpetúen.

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